lunes, 25 de enero de 2010

La Niebla

Vacua sombra, etéreo reflejo.
La forma difusa que pinta el espejo.
Estruendo en silencio, mirada perdida.
Me ahogo en la niebla, implacable homicida.


Si un sueño es la vida, mi vida es soñarla.
Si aún busco un deseo, es desear encontrarla.
Mas niebla implacable, me ciega y me inhibe.
Mostrando la imagen que mi alma describe.


Tan solo un recuerdo, deshecho y dolido.
Esclavo de hechos que no han ocurrido.
Por siempre latente, por siempre esperando.
Por siempre tu esencia en mi vida deseando.

viernes, 8 de enero de 2010

La Puerta

Este es un experimento para realizar una narrativa que sea a la vez fractal y cuántica, así como de intentar describir en detalle sin decir realmente nada. Es un cuento cíclico. Una vez se llegue al final, el inicio continúa con la narración. Así mismo, se puede comenzar a leer desde cualquiera de los párrafos. Espero que les guste, y si pueden me dejen algún comentario, je je. ¡Gracias!

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Ahora me encuentro de pié, en silencio, frente a frente con aquella extraña puerta. ¿A donde me llevará? ¿Será que al fin podré salir de este eterno laberinto? Me lleno de lo que sé son falsas esperanzas, pues en el fondo sé que no hay salida. Tomo el pomo y lo giro firmemente. Con un suave crujido, la deforme puerta se abre hacia el interior. Está oscuro, no puedo distinguir que hay mas allá del marco. Sin embargo un invisible e invencible impulso me obliga a avanzar. Cruzo el umbral y la extraña puerta se cierra y se desvanece detrás de mi. Ya no hay vuelta atrás.

Continúo avanzando a ciegas a través de aquella oscura habitación, hasta que de pronto todo se ilumina. Cierro los ojos, encandilado por la intensa y repentina luz. Mas cuando los vuelvo a abrir, se muestra ante mí una increíble figura. Nunca había visto tal armonía, tal majestuosa composición de colores y formas. Cada rasgo de su presencia me sorprende y encanta. La luz se refleja solemnemente sobre sus caras en perfecto equilibrio con las oscuras sombras que de las mismas surgen. Podría quedarme observándolo por días, semanas, sin cansarme nunca de su encanto. Pero así como de pronto apareció, se esfumó en la nada dejando una etérea neblina blanca, casi invisible en su lugar.

Aún confundido por la conmoción, decido continuar avanzando a través de la nada. Aún iluminada, la inmensa habitación se mantiene a oscuras. Me siento aún ciego y desorientado, pues tan solo un perfecto blanco se distingue hasta donde mi vista alcanza. Muevo las piernas, y me siento avanzar. Pero si de solo mis ojos me fiara, estaría convencido de que me encuentro completamente quieto. De pronto, difusas figuras comienzan a distinguirse en el horizonte. Son muchas figuras, de diferentes formas, colores y tamaños. Parecieran estar inertes, pero se me acercan mucho más rápido de lo que siento me estoy moviendo.

Por fin he llegado, y me encuentro rodeado de una infinidad de diferentes puertas. Cada una tiene una forma diferente, y las hay de muchísimos colores. Sin embargo, ninguna se parece a la puerta que me condujo hasta aquí. Ya cansado y muy confundido, me siento un momento a reflexionar sobre lo que debo hacer a continuación. Por una parte, en esta habitación estoy seguro. No hay nadie más que yo, pero por alguna razón, estoy seguro que jamás padeceré de hambre, de sueño o de sed. Mas no quisiera estar solo por siempre. Debo partir, pero ignoro los peligros que puedan esconderse a través de esas extrañas puertas.

Debo llegar a una conclusión. No me quedaré esperando la muerte en compañía de la nada. Escogeré una puerta y la cruzaré sin importar las consecuencias. ¿Pero que puerta escogeré? Aún sentado, cierro los ojos y me imagino cada una de esas puertas. Mi mente curiosamente dirige su atención a una de ellas. Intento imaginar que pasaría si intentara cruzarla. Aún desde mi imaginación, me pongo de pié y camino lentamente hacia esa misteriosa puerta. Es una extraña y deforme puerta en verdad, pero por alguna razón me ha llamado hasta ella. Ya me encuentro muy cerca, siento que casi puedo tocarla. Debo intentar cruzarla, aunque sea solo en mi mente. No podré asegurar que la realidad así sea, pero al menos hallaré el valor para atravesarla luego.