jueves, 2 de septiembre de 2010

El Acordeón Mágico

Hola a todos. Este relato es parte de un proyecto que tengo en mente, de tratar de enseñar algunos temas muy matemáticos y/o científicos de una forma completamente distinta. En este caso, sería la programación funcional. La idea es que el relato no tenga ni una sola línea de código, ni referencias a aplicaciones o a ejemplos concretos. La intención es que el que lector se lleve una idea, mas no un 'modus operandi', de la forma más natural posible. Éste sería un capítulo de muchos. No sería el primero, pero posiblemente estaría cerca del principio.

Por favor, si pueden y gustan, lean el relato y déjenme su opinión al respecto. ¡Gracias!

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Capítulo ?: El Acordeón Mágico

Continuo mi travesía por este extraño lugar, caminando sin rumbo fijo y con un destino incierto. Muchas cosas he visto ya en mi viaje, pero aún no logro entender lo que significan. Continúo marchando y a lo lejos logro divisar un pequeño pueblo. Me acerco lo más rápido posible, pensando que podría pedir ayuda a alguno de sus habitantes. Sin embargo, mientras más me acerco puedo ver que en realidad el pueblo es una gran caravana de gitanos, lleno de tiendas de todas las formas y colores. Mas estas tiendas son un tanto peculiares, aunque angostas, todas son increíblemente altas. Algunas incluso parecen perderse en lo alto el cielo.

Estoy tan asombrado por el paisaje que olvidé por completo mi plan de pedir ayuda. Los colores son espectaculares, los olores intoxicantes. Y los sonidos... ¿De donde provendrá esa dulce melodía? Me dejo llevar por mis sentidos y pronto llego a una especie de plaza, donde hay un viejo hombre interpretando lo que parecía ser un raro y traslúcido acordeón. Me acerco un poco más para tener una mejor vista. El viejo hombre parece ser bastante corpulento y alto, con una gran barba negra y espesa que casi roza el suelo. Tiene la mirada perdida y una expresión vacía. Me acerco aún un poco más, impulsado por la curiosidad, hasta que repentinamente el hombre nota mi presencia y se queda completamente inmóvil. El silencio que deja su acordeón es aterrador y desconcertante. Más aún, parece que poco a poco el hombre se voltea hasta donde estoy yo.

Me encuentro paralizado, dividido entre el miedo y la curiosidad. El hombre comienza a gesticular, pero lo que surge en su rostro no es más que una gran sonrisa. Notando que aún estaba desconcertado me pregunta si me interesa su acordeón, a lo que le respondo que si de la forma más respetuosa y calmada que pude. El hombre rompe a reír a carcajadas, advirtiéndome que aún no conozco el poder real de su acordeón y que debía prepararme para presenciar algo único.

Este acordeón, no es un acordeón ordinario. - me dice - Verás, cada uno de estos pliegues tiene su propio sonido particular. Sin embargo, por separado no podrían sostener largas notas o alcanzar el dulce sonido que se espera. Son todos los pliegues, actuando de forma casi simultánea, lo que le da al acordeón su particular sonido. Notando mi expresión de poca sorpresa añade con un tono casi burlista - Pero este acordeón no solo puede interpretar música. Seguido de eso me pide que le alcance unas láminas de papel que estaban en una mesa cercana. Cada lámina parece ser traslúcida y tiene impresa una pequeña mancha negra. Sin embargo, no logro distinguirles alguna forma familiar. Le doy las laminas al viejo hombre, las cuales introduce una a una en los pliegues de su acordeón. Me dice - Ahora, no puedes ver ninguna figura, pero si unimos las láminas verás la magia pasar. Toma el acordeón y lo contrae de forma que las láminas que estaban en el interior parecieran convertirse en una sola. Saca la nueva lámina del acordeón y en ella claramente puede distinguirse una réplica a escala de la caravana completa.

Es la belleza de fundir los componentes y significado de cada objeto en un único y perfecto resultado. - me dice con una sonrisa - Claro está, que podría haber intentado pegar las láminas una a una sobre la otra, obteniendo un resultado similar, pero habría trabajado más y el proceso no sería tan sorprendente. De verdad es un acordeón singular, pero he visto objetos más extraños en mi viaje. ¿Que más puede transformar? - le pregunto. Lo que tu quieras - me responde riendo. Toma unos papeles y escribe algunos números en ellos, los introduce en el acordeón junto con lo que parecía ser un símbolo de adición. Contrajo el acordeón y de repente los números se sumaron, arrojando el resultado esperado de la adición de todos ellos. ¡Eso si que es sorprendente!

Es una herramienta maravillosa que me ha facilitado mucho la vida. - dice el viejo hombre - Solamente tienes que darle los objetos que quieras unir y la forma en que quieras unirlos, el acordeón hará la magia por ti. Me quedo pensando por un momento. ¿Pero que pasaría si uno comprime el acordeón estando vacío? - le pregunto curioso. Es una excelente pregunta y una muy importante, el acordeón no sabría que hacer y podría revertir su magia de formas muy peligrosas. - dice el hombre - Por eso, modifique personalmente un poco el acordeón. Cuando lo utilices, también deberás decirle que esperas que devuelva en el caso de que esté vació. Con las láminas hubiera sido una lámina en blanco, con los números un cero. Todo depende de quieras hacer.

El viejo hombre me entrega el acordeón para que pueda dar una mejor mirada. Sin embargo apenas lo suelta, sonríe y se desvanece en el aire. Instantes después la caravana completa desaparece con él. Reacciono prontamente y me doy cuenta de que estoy nuevamente en el medio de la nada, ahora con este acordeón mágico, pero aún sin saber como regresar. Mientras pienso en que hacer ahora, miro con más cuidado el traslúcido acordeón mágico. Tiene algunas perillas y controles con letras extrañas que no sabría descifrar y en uno de los extremos tallado en elegantes letras de oro la palabra "FOLD". Aún no se porque ese viejo hombre quiso que me quedara con su acordeón, pero tengo el presentimiento de que es parte de mi destino.