viernes, 3 de julio de 2009

Un mundo en onda, ¿5 sentidos?

Aún no hemos podido llegar a conocer realmente la naturaleza del gran universo que nos rodea. Sin embargo, es la naturaleza del hombre continuar indagando en la búsqueda de la verdad. Actualmente, la física cuántica nos ha permitido entender mucho mejor los fenómenos que afectan nuestro universo. Uno de ellos, la aparente paradoja que surge al estudiar la luz. Ésta posee la desconcertante propiedad de que la misma puede comportare en ciertas ocasiones como onda y en otras como partícula. Esto fue un gran dilema por muchos años, ya que la física clásica categoriza las partículas y las ondas como dos ideas completamente diferentes. Una partícula ocupa una posición en el espacio y posee una masa no nula, mientras que las ondas se extienden por el espacio, a una cierta velocidad, sin poseer masa alguna.

A principios del siglo XX, Louis-Victor De Broglie introdujo la noción que ayudaría a solventar el dilema de la luz. El propuso que toda la materia tenía una frecuencia de onda asociada, definida por una función que incluye la famosa constante de Planck. Ésta idea ha sido comprobada de manera experimental ya muchas veces y ha sido aceptada como cierta por la gran mayoría de la comunidad científica. En resumen, se había concluído que la materia en el universo es dualmente partícula y onda. Es la percepción lo que define como se comporta.

Uno de los métodos experimentales mas confiables que confirman la dualidad onda - partícula, son los aceleradores de partículas. En éstos se ha comprobado que al acelerar lo suficiente, por ejemplo un electrón, éste perderá su consistencia como partícula y comenzará a actuar como onda. A manera de experimento, imaginemos que un electrón choca contra una rejilla. Podrían ocurrir dos cosas: o choca contra la rejilla y rebota, o logra pasar de largo. Cuando se acelera lo suficiente el electrón, al pasar la rejilla, éste se descompondrá en tres electrones idénticos al original. Uno pasará, otro rebotará y el otro se desviará; tal como podría esperarse de una onda. ¿Como es que la partícula al acelerarse puede comportarse como una onda? Hagamos este ejercicio mental: Imaginemos un resorte extremadamente apretado, tanto que no pueda distinguirse de una pieza sólida de metal. Ahora, tomemos ese resorte por un extremo y comencemos a acelerarlo. ¿Que pasará? El mismo comenzará a dilatarse hasta el punto en que comenzará a notarse su estructura de resorte. Lo que ocurre en los aceleradores de partículas podría deberse a un concepto similar.

¿A que viene toda esta introducción? Es comunmente aceptado que el hombre posee cinco sentidos para la percepción de su entorno: la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto. Algunas creencias agregan otros sentidos, como el pensamiento, las emociones, la intuición, el , etc. Quisiera en esta ocasión contradecir de igual manera, la noción de los cinco sentidos, pero no al agregar otros, sino agrupando los existentes. Tomando en cuenta, entre otras cosas la dualidad onda - partícula, quisiera proponer entonces tan solo dos sentidos: El mecánico y el químico.

El sentido mecánico sería aquel que se encarga de percibir los cambios cinemáticos de nuestro entorno. Este sentido comprendería la vista, el oído y el tacto. ¿Por que propongo agrupar estos tres sentidos? Porque los tres en el fondo hacen exactamente lo mismo: percibir frecuencias de onda. La vista percibe el color. Se sabe que los colores todos pertenecen al espectro de la luz visible y tienen una frecuencia de onda asociada. El oído percibe los sonidos que sabemos surgen por la vibración de algún objeto, formando nuevamente ondas de una frecuencia determinada. Por último y aquí es donde entra el concepto de la dualidad onda - partícula, el tacto percibe la consistencia y textura de la materia, la cual ahora sabemos que también tiene una frecuencia de onda asociada. En conclusión, éstos tres sentidos perciben exactamente lo mismo, pero en rangos de frecuencia diferentes. Las mas bajas el oído, luego la vista y por último el tacto.

El sentido químico sería aquel que se encarga de percibir reacciones y cambios de estado en nuestro entorno. En este sentido agruparía el olfato y el gusto. Ambos sentidos reaccionan de diferentes maneras ante diferentes compuestos químicos y lo logran a través de pequeñas reacciones, que a su vez se traducen en información para el cerebro.

Esta es mi propuesta, dos sentidos fundamentales en vez de cinco. No incluyo aquí los demás sentidos adicionales de otras creencias (sentimientos, intuición, etc), sin embargo si tuviera que hacerlo los reuniría en un tercer sentido fundamental: La conciencia. Esto, ya que todos estos sentidos adicionales hacen referencia al razonamiento del ser humano. Gracias por leer, hasta la próxima...

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